domingo, 20 de octubre de 2013

Materiales para el Tema 2. Parte 1. Capitalismo

Para entender la Economía de mercado o libre empresa (capitalismo):

1) ¿Quién fue Adam Smith, cuáles son sus principales ideas y en qué momento histórico las estableció?




Sobre lo visto:

a)
"Pero el hombre reclama en la mayor parte de las circunstancias la ayuda de sus semejantes y en vano puede esperarla sólo de su benevolencia. La conseguirá con mayor seguridad intere­sando en su favor el egoísmo de los otros y haciéndoles ver que es ventajoso para ellos hacer lo que les pide. Quien propone a otro un trato le está haciendo una de esas proposiciones. Dame lo que nece­sito y tendrás lo que deseas, es el sentido de cualquier clase de oferta. y así obtenemos de los demás la mayor parte de los servicios que necesitamos. No es la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras necesidades, sino de sus ven­tajas. Sólo el mendigo depende principalmente de la benevolencia de sus conciudadanos; pero no en absoluto."

b)



2. ¿Qué es la competencia, por qué beneficia al conjunto de la sociedad?


3) ¿Qué es la mano invisible?




4) El liberalismo económico comienza a recibir sus primeras críticas ya en el Siglo XIX:

Dice José Luis Sampedro "Cuando, una vez más, alguien nos repita que «el mercado es la libertad» invitémosle a practicar un sencillo experimento mental, consistente en imaginar que entra en un mercado a comprar pero no lleva dinero: constatará en el acto que no podrá comprar nada, que sin dinero no hay allí libertad, que la libertad de elegir la da el dinero."

Dice Marx: "La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos. El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra. La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.".

Dice Lenin: "La economía mercantil, que necesariamente origina la competencia entre los productores de mercancías, la desigualdad, la ruina de unos y el enriquecimiento de otros".

Dice Kropotkin: "En medio de este mar de angustia cuya marea crece en torno a ti, en medio de esa gente que muere de hambre, de esos cuerpos amontonados en las minas y esos cadáveres mutilados yaciendo a montones en las barricadas... Tú no puedes permanecer neutral; vendrás y tomarás el partido de los oprimidos, porque sabes que lo bello y lo sublime -como tú mismo- está del lado de aquellos que luchan por la luz, por la humanidad, por la justicia".


Incluso antes, a finales del XVIII, algunos autores enciclopedistas pertenecientes a la llamada Ilustración francesa, como Diderot, ya intuían los errores del capitalismo y el consumismo a él asociado. Antes mismo del capitalismo ya existían críticas como la que presenta en "Elogio a mi bata vieja", Diderot, en 1771.:





5) Cuál era la situación social a mediados del Siglo XIX y cómo reacciona la población:

Situación obrera durante el Siglo XIX. "Germinal" de Patrice Chéreau basada en la novela de Émile Zola (12 primeros minutos y fragmento del minuto 55 a 1.02):



Movimiento obrero, surgimiento en España y desde Europa:



6) Con la segunda revolución industrial los conceptos de Smith de la división del trabajo y la especialización llegaron a su máximo nivel, con las ideas de Taylor y Ford para las industrias pesadas y del automóvil.

El Taylorismo en la segunda revolución industrial desde Chaplin en "Tiempos modernos":



Película Blue Collar: Pulsar aquí.

7) Pese a las críticas, muchas nuevas corrientes neoliberales, capitalistas o monetaristas se desarrollaron determinantemente durante el siglo XX:
En defensa del capitalismo "Ayn Raid":


8) En la actualidad, tras la caída del Muro de Berlín, el capitalismo se ha convertido en el sistema predominante y casi único en el mundo, influenciado por una globalización desequilibrante entre el "primer" y el "tercer" y "segundo" mundo, y la importancia de los mercados financieros-. Muchos autores se resisten a aceptar el injusto mundo que han provocado las nuevas fórmulas de ese capitalismo. Jose Luis Sampedro, "Mercado y globalización":

EL MERCADO NO ES LA LIBERTAD

Cuando, una vez más, alguien nos repita que «el mercado es la libertad» invitémosle a practicar un sencillo experimento mental, consistente en imaginar que entra en un mercado a comprar pero no lleva dinero: constatará en el acto que no podrá comprar nada, que sin dinero no hay allí libertad, que la libertad de elegir la da el dinero.
       
Reflexionemos algo más acerca de la libertad. En el mercado se enfrentan y compiten doblemente intereses opuestos. Los compradores quieren precios bajos, mientras que los vendedores los prefieren altos, pero, además, dentro de cada uno de esos grupos sus miembros rivalizan entre sí.

Obviamente los demandantes con más dinero podrán llevarse más fácilmente lo que deseen, privando, en su caso, a otros demandantes. También los vendedores más dotados podrán utilizar recursos publicitarios y otros medios para aumentar su clientela compradora a costa de sus rivales más débiles. Como puede suponerse, los más fuertes, tanto si son compradores como vendedores, pretenderán que en el mercado pueda operarse con la máxima libertad, para poder usar sin trabas sus capacidades competitivas, mientras que los más débiles desearán limitaciones a esos poderes, sobre todo cuando sean extremos, como en el caso monopolístico. Esta situación puede generalizarse siempre que haya enfrentamientos de oponentes desiguales. Y puesto que en el mercado el dinero es el que da la «libertad de elegir» resulta que en el mercado llamado «libre» los poderosos efectivamente eligen mientras que los débiles se resignan con lo inferior o con nada. Aquellos, claro está, no quieren tasas ni intervenciones correctoras; son los menos dotados —la gran mayoría, dada la distribución de la riqueza— los que desean controles de calidad, vigilancias contra abusos y demás posibles defensas.

En los países con sistemas económicos fuertemente planificados (como la Unión Soviética durante el régimen comunista) era frecuente la formación de largas colas de compradores en las tiendas para conseguir algunos productos. Ese hecho se presentaba en Occidente como un atraso molesto y fastidioso que no afecta a los consumidores de un sistema de mercado. Pero esa supuesta prueba de superioridad encierra una trampa, al no poner de manifiesto que en los países occidentales, de mercado sin racionamiento, también existen colas, sólo que resultan invisibles. Al igual que los mendigos, no perceptibles en las calles cuando lo prohíben las ordenanzas o se los llevan los guardias para ocultárselos a los visitantes ilustres, las colas invisibles las integran, sin formarse materialmente, los compradores atraídos por la oferta, pero que ni siquiera se acercan a la tienda porque no tienen dinero suficiente para adqumercado ni en el planificado hay existencias suficientes para abastecer de todo a todos. La diferencia esencial está en el modo del reparto. Como en el socialismo planificado la renta estaba repartida con más igualdad, resultaba forzoso el racionamiento con sus colas; en cambio, en un sistema de mercado la riqueza se reparte con mucha mayor desigualdad y origina «colas invisibles», porque sólo una minoría puede obtener los artículos deseados.

Por añadidura, la hipotética libertad de elegir está más condicionada aún en los casos ya aludidos de competencia monopolística, que llegan a su máximo rigor cuando sólo aparece un único vendedor. En tales casos, la opción del comprador carece de libertad: si desea la mercancía ha de someterse al precio y condiciones que se le impongan. Así ocurre con ciertos servicios públicos (transportes, comunicaciones, energía, etc.), con minerales localizados en uno o pocos lugares, con servicios personales que sólo pueden prestar especialistas y, entre otros casos, con grandes empresas que consiguen acaparar algún producto mediante maniobras mercantiles. En general, la publicidad y técnicas afines son medios de caracterizar de algún modo el producto propio como único y excepcional, lo que se procura sobre todo mediante las marcas registradas.

La técnica moderna, con actividades que exigen instalaciones industriales muy costosas y complicadas, junto con las ventajas económicas de la producción en gran escala, entre otras, fomentan y a veces imponen la creación de grandes empresas, contra las cuales es muy difícil lanzarse a competir. Con frecuencia las encontramos dominando los mercados dentro y fuera del país (empresas multinacionales o transnacionales) y aliándose con otras afines o complementarias o absorbiendo empresas rivales. Gracias a sus excepcionales medios técnicos y financieros dominantes consiguen créditos y concesiones públicas privilegiadas, influyendo en países cuyos gobiernos tienen menos poder que ellas mis mas y presionando incluso a las autoridades de las naciones más fuertes. En suma, los poderosos directivos y sus grandes empresas avanzan en la vida pateando triunfantes por encima de los pueblos.


Incluso desde el mismo capitalismo surgen críticas al nuevo capitalismo. 
El falso libre mercado:



La distribución injusta de recursos es la crítica fundamental al sistema.
Pobreza y desigualdad (Informe de Intermon):



9) La sanidad en los sistema de libre mercado: "Sicko", de Michael Moore:

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